París maratónico

Qué bonito fue visitar una ciudad tan linda y volver a sentir el calor de familia. Cuando llegué tuve algunos problemas para encontrar la casa de Justine, todo por desconfiada y por no hablar francés. De hecho si hubiera confiado más, ni hubiera tenido que decir mis tres palabritas que conozco del idioma. De todos modos llegué bien y me lancé a caminar por los Campos Elíseos en busca de un McDonald's y después a la Torre Eiffel.
En la noche llegó mi carnal, el Horas y al otro día nos lanzamos con Tanja por su paquete y su número para el maratón. Después caminamos por Notre Dame y ahí en un restaurante bien bonito nos quedamos a comer pasta. La última parada fue el Sagrado Corazón, ahí nos quedamos a ver los shows de baile y a tomar un juguito.

El día del maratón nos levantamos bien temprano y acompaños al Horas hasta la salida del maratón en El arco del triunfo. Tanja, Justine y yo le echamos muchas porras todo el tiempo y con ayuda de los mapas y el metro lo pudimos ver en los km 5, 10, 20 y 30. También fue una carrera para nosotras, porque corríamos a un punto y esperábamos como 20 o 30 min para nada más verlo 2 segundos.

El Horas lo terminó, muy cansadísimo y adolorido pero lo hizo muy bien. El último día Tanja y yo nos fuimos al Louvre en la mañana y en la tarde que me quedé solita caminé desde ahí hasta El arco del triunfo y de ahí a la Torre Eiffel de nuevo. Y luego, sin saber cómo, llegué al aeropuerto y regresé a Madrid.