Estuvo muy bien porque contrataron a una guía que nos iba contando la historia de la ciudad, un poco del porqué de la arquitectura y nos llevaba a los lugares más importantes. Por lo que pude ver, es una ciudad muy pequeñita pero muy linda. Me encantó el estilo europeo de los paisajes y de las casas. Le da un ambiente muy acogedor.
Lo malo fue que todo el tiempo hizo muchísimo frío y como íbamos caminando por las calles, pues ni cómo hacerle para huír de él.
Este es el alcázar o fortaleza de Segovia. La guía (que también se llama Rebeca) nos dijo que todo lo que había dentro era una réplica de las cosas originales, ya que debido a un incendio que duró 3 días, la gente quizo reconstruirlo a partir de dibujos que se habían hecho. O sea que las cosas que hay dentro sí son de la época pero no son las originales.
Una cosa que no me gustó de salir con los Erasmus es que cada grupo se forma de acuerdo a la nacionalidad. Entonces, si quiero conocer a alguien de francia, tengo que ir al grupo de los franceses, pero no entiendo nada porque todo el tiempo hablan su idioma. Así que me integré más a los españoles (que ahora que lo pienso, los erasmus no nos han de entender, ahh!! pero ellos vienen a aprender español). Les traté de explicar qué eran los albures y les dije uno que otro que me sabía. Me encantó que dos chicos ya están super apuntados a hacer un viaje en verano a México y claro, yo toda floreada me puse a contarles lo bonito que es y lo mucho que lo extraño.
